25 de julio de 2011

Sentada cómoda y dañinamente. Rodeada de gente y a la vez de nadie. En su pequeño corazon un destello de luz, la esperanza pensativa y casi ausente, su cabeza como una brújula buscando el camino, trabajando constantemente como una máquina incesante y eterna, Hablando con todos y a la vez con nadie, cada vez se siente más pisoteada. Llena de cosas y a la vez tan vacía. Está esperando que la rutina tome una curva y cambie de camino o simplemente que su camino empedrado de una vez por todas, pueda al fin, azfaltarse.

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Personita