Siente la paz, cree que existe. Piensa encontrarla algún día y poder convivir con ella porque siente que sí es posible. Quiere felicidad, pero siente su miedo. Espera que exista en algún lugar el amor, quiere tener deseos y cumplirlos, tiene sueños y mucho miedo de cumplirlos.

Alguien tiene que explicarle que el tiempo no se puede detener y que hay que crecer.

Los días pasan y no hace nada, la desmedida necesidad de hacer lo que le hace bien en el instante la distrae de su futuro, de sus proyectos. Por querer ser feliz, vivir feliz tan sólo un instante donde ella es ella y se siente completa, donde puede imaginar, crear y recrear momentos únicos y fugases, los busca con locura, sin cordura, siendo siempre ella la estrella, lo importante en esta historia. Donde por lograr su satisfacción deja de lado sus aprendizajes vivenciales, evoca lugares y momentos de su pasado donde era feliz, temiendo si el futuro podrá igualarlo ya que el presente pareciera padecerlo. Con sus amistades, familiares, musica y ritmo pasa el tiempo llenando espacios vacíos que su futuro no llena en este molesto instante de locura por el querer y no poder o no deber.